martes, 30 de abril de 2013

Woody Allen


Woody Allen:

No he visto toda la obra fílmica de Woody Allen. Sin embargo, las pocas que conozco y he visto, no podría concebirlas como elementos aislados,  independientes.
Los temas de sus películas suelen ser muy parecidos, incluso, algunos de los actores , son los mismos en películas que se realizan en años relativamente seguidos.
Generalmente, sus películas son de comedia romántica, con un poco de dramatismo. Personalmente, considero que lo más atractivo de las películas de Allen son sus diálogos, y la manera en que se desarrollan las historias. Después de ver una película, muchas veces termino con una expresión de asombro en mi rostro. Sus historias insólitas, sus diálogos profundos, suelen dejarme perplejo y absorto.

Logro muchas veces percibir que el amor y la vida, en estas películas, son expuestos como algo extremadamente dramático. Sin embargo, él logra ponerlo en un plano cómico, y casi logrando satirizar estos dos temas. Así mismo, Woody intenta resaltar la sociedad en la cual vive, la caricaturiza, la llena de nostalgia y melancolía, pero utilizando historias divertidas.
Ver una película de este hombre, es ponerle a la realidad un filtro dramático, que produce hilaridad y una profunda reflexión.

Annie Hall:

Es sin duda alguna la película más emblemática de Woody Allen. Apareció en 1977 y con esta ganó el Óscar al mejor director. Esta película cuenta el romance de Alvy Singer (Woody Allen) y Annie Hall (Diane Keaton). Sin embargo, la película comienza con un breve monólogo de Alvy, en donde él evidencia la crisis por la cual está pasando: ya casi va a cumplir los 40 años y lo invade un profundo existencialismo por haberse separado de su esposa. Ambos son neuróticos, un poco egocéntricos, pero con una particular forma de amar y vivir.

Manhattan:

Se estrenó en 1979, nuevamente Woody Allen junto a Diane Keaton, protagonizan esta película. Aquí se cuenta la vida de Isaac Davis (Woody): su esposa lo abandona por otra mujer y se propone a escribir un libro contando detalladamente la vida sexual entre ambos. Luego, él entabla una relación sentimental con una jovencita de 17 años, y también se enamora de la amante de su mejor amigo. Además de esto, Woody le hace una crítica a la sociedad esnobista e intelectual de la época. La película, en blanco y negro, se sitúa en New York, específicamente en Manhattan, y es un tributo que Allen le hace a una de sus ciudades favoritas.

Husband and Wives:

Para mí, una de las mejores películas de Woody Allen. Posee unos diálogos muy profundos y fuertes. Dos parejas de amigos, nuevamente Woody Allen protagonizando uno de los 4 personajes, se reúnen a cenar. Jack y Sally, le comentan a sus amigos, Gabe (Allen) y Judy, que se van a separar después de un largo matrimonio. Esto, hace reflexionar a Gabe y a Judy sobre el camino que está tomando su relación, pues al parecer Jack y Sally se lo toman bastante bien, sin rencor ni dolor, aparentemente. A medida que la película avanza, todos los personajes caen en profundas encrucijadas y reflexiones. La película apareció en 1992.

Celebrity:

Aunque salió en 1998, Woody Allen retoma el blanco y negro. Lee Simon, un periodista y escritor sin mucho éxito, después de separarse de su esposa, se ve abalanzado al reportaje de las grandes celebridades del momento. En medio de este mundo superficial, él se ve envuelto en relaciones y amistades promiscuas y efímeras, e intentar buscar algún tipo de respuesta, de inspiración, para escribir buenos libros. Paralelamente, se cuenta la historia de su ex esposa, que al principio de la película está muy confundida. Sin embargo, la historia toma un interesante rumbo.

Melinda and Melinda:

Junto con Husband and Wives, Melinda and Melinda son mis películas preferidas. Esta película estrenada en 2004, comienza con la conversación de 4 personas en un restaurante. Ellos debaten sobre el drama humano, uno defiende la tragedia y el otro defiende la comedia. Por lo cual, la película narra dos historias paralelas: La historia trágica de Melinda y la histórica cómica de Melinda. Desde estas dos perspectivas, Woody Allen logra explorar muchos de los aspectos que atormentan y maravillan a los seres humanos, desde la misma historia contada con dos enfoques diferentes, con dos maneras de ver la vida.

Otros títulos recomendados:

Everyone Says I Love You
Deconstructing Harry
Match Point
Scoop
Cassandra’s Dream
Vicky Cristina Barcelona
Whatever Works
Midnight in Paris
To Rome with Love

Como lo dije al principio, las películas de este director no se pueden considerar aisladamente, si no como un todo indivisible, historias que se complementan, que si bien una no es la continuación de la otra, ayudan a explicar temas que se dejaron dichos y abiertos en las anteriores producciones.

No mencioné ni hablé de la exquisitez de la música utilizada en las películas, para que ustedes mismos hagan su propio criterio.


domingo, 28 de abril de 2013

INVIERNO.


Despertó a las 7:45 de la madrugada. El cielo estaba oscuro, pues embadurnaba la tierra en lluvia, en una tempestad agobiante, un invierno que se había prolongado por ya un buen tiempo.

Preparó su café y se sentó en medio de la sala. Encendió su habano, mientras observaba las cartas que habían en su mesa de centro. Eran distintos tipos de cartas, desde facturas, saludos extranjeros, saludos familiares, e incluso, cartas de agradecimiento y de admiración por los escritos que había producido en su vida.

El humo del habano rodeaba la sala, la lluvia golpeaba las ventanas con fuerza y el viento producía ese sonido fantasmagórico que de niño lo aterrorizaba en los días fríos. Qué nostalgia.

Se inclinó y comenzó a releer sus cartas, a pesar de que habían unas en particular, unas cartas con un lazo negro y con firmas que finalizaban en un beso marcado con lápiz labial rosa. El día gris, la madurez que lo llevaría a la vejez, la incertidumbre del mañana, y el solamente le temía a ese pequeño montículo de cartas. Paradójico, ¿no?, temerle al pasado, a lo vivido, a lo que ya debería estar olvidado, pero abrazar el futuro oscuro y sin una sola gota de conocimiento de lo que podría suceder en sus próximas horas, días, meses o años.

Tomó las cartas con una mano temblorosa, ansiosa, mientras fumaba para calmar el alma. Soltó el lazo.

El sol brilló con fuerza, ímpetu, imponiendo su grandeza al cielo. Las nubes se disiparon, los animales salieron de sus escondrijos, las flores levantaron sus pétalos y la oscuridad se fue. Todo esto, mientras sus ojos repasaban cada una de las letras, cada una de las frases que una vez vivió.

Apretaba sus dientes para no perder el control de sus lágrimas, y sonreía por cada recuerdo que llegaba a su mente, cada día lluvioso que con esos labios se desvanecían, y al igual que hoy, el sol se imponía.

Tomó el lazo y de nuevo ató las cartas. El sol se escondió y de nuevo la lluvia se apoderó del cielo, quebrando en llanto mientras que desolaba las calles de toda vida posible.

Se levantó, tomó las cartas y se acercó a la chimenea. Vaciló y se arrepintió, pero finalmente, cerró sus ojos y lanzó el pasado al fuego, destruyéndolo de todo  bien que estaba en el devenir. Solo quedarían recuerdos, nada más.

El sol brilló una vez más.

jueves, 25 de abril de 2013

La anarquía de las flores


Las tres eran amigas, vivían en el mismo barrio, desde pequeñas se conocían y todos los días se reunían. Sus edades oscilaban entre los 28 y 30 años.

Rosa vivía con su esposo y sus dos hijos. Estaba casi siempre sola en casa. Los niños iban desde temprano a la escuela y su esposo trabajaba como servidor público. Generalmente llegaba muy tarde.
Su casa estaba llena de decoraciones, fotos familiares, pero a pesar de ser una casa amplia, los detalles y tantos objetos asfixiaban el ambiente. Al entrar era un poco molesta la sensación. Daba la impresión de que no era un hogar, si no un almacén de objetos varios y antigüedades.

Margarita vivía con su esposo. Seis meses antes, el hijo que estaban esperando, había nacido con problemas respiratorios y murió unas horas después del parto. Desde esto, a Margarita nunca se le vio triste. Ella siguió su día a día normalmente, las personas no notaron alteraciones en su estado de ánimo. Esto era una simple máscara. Cuando estaba sola, se quedaba enajenada durante largas horas, y aunque no lloraba, solía escribir una historia diferente de la vida que pudo haber tenido su hijo.
Su esposo trabajaba en el partido Comunista de la ciudad, era secretario general y, por viajes, casi nunca estaba con ella. Su casa era acogedora, tenía un ambiente rústico y antiguo. Habían muchas estanterías repletas de libros y grandes obras pictóricas colgadas por toda la casa, lo cual daba la impresión de que las personas que habitaban allí eran muy cultas.

Jazmín vivía sola. Su esposo la había abandonado después de un año de matrimonio. Él era un escritor y fotógrafo muy conocido en la ciudad. Mientras estuvieron juntos, fue una hermosa relación. Jazmín se sentía plena y afortunada, ella había sido motivo de inspiración para una novela que él escribió. Una novela hermosa, que sin duda alguna, la había inmortalizado, metafóricamente. Aunque siempre le gustó el trago, nunca mostró excesos ni abusos. Pero dos meses antes de irse de casa, llegaba borracho todos los días, un poco violento. En una ocasión, después de muchos maltratos verbales, la golpeó fuertemente hasta dejarla inconsciente. Como él pensó que la había matado, al otro día no había rastros de sus pertenencias en la casa.
Jazmín era un poco melancólica.
Aunque su casa era común y corriente, tenía un ambiente extraño. Al entrar, había una sensación de vacío, el ambiente era un poco triste y lo único acogedor de la casa era el aroma a café.

Estas mujeres tenían algo en común. La soledad y sus jardines. Cuando no estaban juntas, casi siempre estaban en la parte trasera de sus casas arreglando las flores, plantando nuevas y cortando una que otra para llevarlas adentro y depositarlas en un florero.
Cuando la soledad y la tristeza se apodera de alguien, sin importar cuan afortunada o miserable sean sus vidas, hay dos salidas: aceptarlas y vivir con ellas, o atacarlas y vivir inútilmente para sanarlas y borrarlas, pero sabiendo que nunca podrán ser curadas ni erradicadas por completo. Esa búsqueda nunca quedará satisfecha.

Después de haberse reunido, una tarde cualquiera, en un café cercano, las tres llegaron a sus casas y casi mecánicamente y al mismo tiempo, cogieron un cuchillo y se hicieron una incisión sobre las venas de sus brazos. La sangre empezó a salir lenta, pero constantemente. Ensimismadas y extasiadas, con su mano contraria untaron sus dedos de un poco de sangre y empezaron a dibujar flores por toda la casa, unas pequeñas, otras más grandes, otras deformes y otras un poco más perfectas. Luego dibujaron con la sangre, flores sobre las fotos de sus familiares, sobre los cuadros y libros que tenían.
Finalmente, y muy debilitadas por la hemorragia, salieron al jardín para pintar los pétalos de sus flores. Pero se dieron cuenta que las hojas absorbían la sangre, que la mancha se desaparecía inmediatamente. Desesperadas, abrieron más sus venas con el cuchillo, la sangre empezó a salir a borbollones y violentamente, pero los esfuerzos fueron en vano, los pétalos volvían absorber y las manchas nuevamente volvían a desaparecer. Desesperadas, cayeron muertas en su jardín.

Estas mujeres tomaron la primer salida: aceptar y vivir con ellas. 

martes, 23 de abril de 2013

Un barco a la deriva


Alegoría

Él es un barco a la deriva con sus sonrisas. Siempre fue un marinero acostumbrado a un océano salvaje, a un oleaje violento, a las más temibles tormentas, a los infortunios más terroríficos de la naturaleza.
Pero… esas aguas cristalinas y apacibles, las cuales parecían susurrar y cantar en ese día, eran totalmente desconocidas para el marinero. El sol posado en su cénit, con el cielo completamente despejado, absolutamente azul e infinito, con las gaviotas alegres y rimbombantes, daban una sensación de tranquilidad inmensa, que el marinero se negaba a reconocer.
Curtido por el sol, salió a la parte delantera del barco para contemplar tal acontecimiento. Simplemente no lo podía creer, que esa sensación fuese humana, perceptible.
El marinero satisfecho, alzó sus brazos, cerró los ojos y dejó que el viento lo besara, y susurró: mi verdadera conquista. – mientras volvía a abrir los ojos y contemplaba la inmensidad del océano. 

A favor del matrimonio homosexual


Matrimonio homosexual: Un sensato futuro.

“Una de las pocas cosas buenas que tiene envejecer es que uno recuerda batallas de otros tiempos, peleas furiosas - y no siempre perdidas- contra la insensatez.”
Héctor Abad Facionlince

La homosexualidad ha sido un tema social con fuerte controversia en los últimos años. A pesar de que su trascendencia se debe remontar históricamente a siglos de diferencia a nuestro tiempo, posible o seguramente a los inicios de los tiempos, es ahora donde la polémica surge, y ahora, es el turno de Colombia.

Hoy en el canal del congreso se llevó a cabo el debate para dar luz verde o roja al matrimonio gay, cosa que desde que está en la mesa, está dando qué discutir en las calles, en las casas, etc.

Pero hay que admitir algo y es que ya no estamos en la edad media. Ya no es la iglesia el centro de la sociedad ni tampoco de la mentalidad de las personas.

Para comenzar, tenemos al senador Luis Carlos Avellaneda, quien indica la necesidad de trascender en la historia de Colombia dejando clara la igualdad, tal como en el fallo de 1896, Plessy v. Fergusson: Separados pero iguales, que fue reemplazado en 1964 por el acta de los derechos civíles estadounidenses, dando fin y un comienzo a una nueva era de igualdad en Estados Unidos.

Como tal, vivimos hoy la historia de una manera parcialmente semejante, teniendo por delante la igualdad de las personas con decisiones diferentes, pero iguales a nosotros y que, hoy por hoy, por esta razón de diferentes pero iguales, es donde se rechazan y se comete discriminación a las personas con estos estilos de vida.

Cabe también destacar del senador Avellaneda que dio una señalación al concepto de “familia” colombiana, que siempre ha sido considerado como padre, madre e hijo o hijos, cosa que reciente y actualmente vemos que no es igual a antaño y que es argumento de la oposición a este debate.

Pero hoy en día las familias no solo se conforman por estos factores comunes, sino también de distintas formaciones, tales como abuelas y nietos, padres solteros e hijos o madres solteras e hijos o incluso, parejas, pues el concepto de familia se ha malinterpretado y siempre ha supuesto que la familia es la reproducción, pero la familia no siempre se compone de esto. Entonces, ¿dónde queda el matrimonio homosexual?

Pues ahora daremos aún más peso a este debate y citaremos a la columna de Héctor Abad Faciolince del 20 de Abril de 2013: “Matrimonio y familia”, donde históricamente se evidencia que las luchas jurídicas y políticas siempre han existido, existen y existirán.

Anteriormente fue el divorcio, la abominación y perdición de la iglesia, que en ese entonces, se relataba y se hablaba con igual polémica que hoy se hace con el matrimonio gay, y no solo esta sola batalla, pues Héctor redacta unas cuantas más, tales como la pastilla anticonceptiva, los condones, el dispositivo intrauterino o incluso, que dejaran casar personas de diferentes religiones, ateas, o ateas con religiosas.

Todo esto anteriormente fue temática de revuelvo en la política, y cada una de estas discusiones nos acercaron más a la aceptación. Pero aún quedan pedazos qué resolver y la igualdad sigue estando limitada, pero hay algo que debemos saber, conocer y es que todos vemos por ojos humanos y que todos somos, no más, ni menos, solo somos y, cuando esto esté claro, el país dará un nuevo paso a una mente más abierta, un adelanto a la libre expresión.

Sea hoy, sea mañana o sea en 10 años, el matrimonio gay se dará y podremos decir, de manera orgullosa o grata, que en Colombia se puede respetar y que en Colombia estamos un paso más adelante de llegar a ser todos iguales.

sábado, 20 de abril de 2013

Libros X


Confieso que he vivido es una obra póstuma de Pablo Neruda, en donde se recopilan sus memorias. En forma de autobiografía, Neruda cuenta algunos de los sucesos más importantes en su vida. El libro no solo narra situaciones reales que tuvo que vivir el escritor, sino, apreciaciones que van mucho más allá de la realidad; elementos inspiradores que le sirvieron a este hombre para escribir magníficas obras literarias. En su vida, el género literario que más cultivó fue la poesía, incluso recibió el premio nobel en 1971. Por esto, es considerado uno de los más grandes poetas del siglo XX. A demás de escritor, fue activista político y diplomático.

Los capítulos El bosque chileno, Imágenes de la selva y Machu Picchu contienen una profunda apreciación de la naturaleza por parte de Neruda. En estos relatos, se evidencia la amplia inspiración que ejercía la tierra, los paisajes, las cosas simples de la vida en Pablo. Este libro comienza con El bosque chileno: “Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo.” Lo que describe aquí el autor es esa parte sentimental, nostálgica y hermosa del paisaje que lo rodea, esos lugares que siempre están presente en nuestras ciudades y pueblos, pero que tal vez por el afán de la vida, y lo cotidiano que esto puede resultar, no nos detenemos a apreciar y degustar. Incluso en Machu Picchu, se evidencia que esta visita a la ciudad Inca fue un elemento decisivo para escribir alguno de sus poemas. Pablo Neruda cuenta que en ese momento, se sintió más que chileno, peruano, incluso, americano.

En los escritos Mi primer poema, La palabra, El poder de la poesía y La poesía, se recogen las apreciaciones de Pablo Neruda sobre las letras, la escritura, la magnificencia de la literatura, específicamente de la poesía. Muchas de las anécdotas que se cuentan en estos capítulos narran que en algunas ocasiones, la misma poesía que él escribía, la sensibilidad que transmitía, el reconocimiento que tenía por sus versos, lo salvaron de circunstancias difíciles e inspiraron a miles de seres. Además, se muestra un lado muy humano del lenguaje, esa lengua que de manera violenta nos impusieron los conquistadores, pero que sin duda alguna, Neruda lo percibe como un regalo, más que como un castigo. El español, esa hermosa lengua en la que él escribió toda su vida, la que lo hizo vivir, él le agradece mucho en estas pequeñas memorias.

Así mismo, se cuentan los años previos a que él recibiera el premio nobel. Pablo Neruda recibió el mayor reconocimiento que se le puede dar a un escritor en 1971. Sin embargo, años atrás ya sonaba su nombre entre los círculos de académicos en Estocolmo, pero al no ser más que rumores y no conseguir ganar el premio, cada vez que a él le mencionaban esta posibilidad nunca lo creía y ya lo percibía con cierto desprecio y amargura. Finalmente, al recibir el premio, cuenta sus principales apreciaciones sobre la ceremonia, catalogándola como solemne. Entre los que acompañaron a Neruda en este importante episodio de su vida, estuvo el único colombiano en recibir este importante premio, Gabriel García Márquez.
Por otro lado, este hombre le dedica en su libro un capítulo a Gabriela Mistral. Ella fue la primer persona en Latinoamérica en recibir un premio nobel. Es considerada una de las grandes figuras de las letras en Chile y América Latina. Ha sido de inspiración para muchos escritores posteriores, como el mismo Pablo Neruda.  “Eres una conmovedora partidaria de la paz. Por esas ,y por otras razones, te amamos” “Que tu corazón maravilloso descanse, viva, luche, cante y cree en la oceánica y andina soledad de la patria. Beso tu noble frente y reverencio tu extensa poesía” De esta manera Neruda hace un hermoso homenaje a este inspiradora mujer, que sin duda alguna, representó gran influencia sobre él y sobre su poesía.