Y el viejo no hacia si no cuestionarse, intentaba darse a sus 62 años una explicación razonable del porqué de muchas situaciones que a lo largo de su vida lo han agobiado.
- Si según la voluntad de dios,-decía- debemos amar al prójimo como a ti mismo, pues entonces me sorprende encontrar curas abusando de niños, para meterle los panes que multiplico Jesús. ¿Qué clase de barbaridad es esa? Y más sabiendo que las madres llevan a sus hijos a las iglesias, para que les den un ejemplo “digno” (según los creyentes alienados). Los curas no tienen respeto alguno, ¿cuál es su dios entonces?, ¿la banca?, ¿la riqueza?, ¿el placer?, ¿los intereses egoístas?
Esa clase dirigente nos ha dominado durante más de 1700 años a su gusto. Esparciendo su miedo, oscurantismo, intereses, sus repugnantes creencias y dogmas de fe a lo largo y ancho de todo occidente dominando durante siglos las mentes de los ciegos creyentes.
Sus ojos mostraban una notable nostalgia, quería el creer en lo contrario. Pero no, lo que a sus 62 años de vida le mostraban eran unos incontable actos de barbarie por parte de la iglesia cristiana.
- Y eso sin contar a los otros animales de oriente, que se enredan una bomba a la cintura y van a matar a los “infieles” (como llaman los musulmanes a los que no pertenecen a su religión) inocentes que ninguna culpa tienen.
Y el viejo tenía razón, los musulmanes son unos mártires, que lo único que hacen es estudiar el Corán y malinterpretarlo, pues la lengua materna de este libro sagrado muestra unos dogmas de fe muy diferentes a los que ellos quieren interpretar, si eso es, es lo que ellos quieren interpretar, lo que su propio egoísmo les dicte. He llegado a pensar que dios es una necesidad que el mismo ser humano ha creado de explicar lo que considera inexplicable. Hasta dónde llega el fanatismo de las personas, y no solamente en la religión, ¿cuantos jóvenes colombianos no se matan cada fin de semana por un equipo de futbol que nada les ofrece?, por un simple puto color de camiseta, un verde y blanco o un rojo y azul, ellos mismos consideran a sus equipos el todo de sus vidas, “más que una pasión”, un estilo de vida, un dios en otras palabras, ellos mismos viven engañados queriéndose engañar.
¿Cuándo vamos a poder tener nuestras propias convicciones y nuestras propias creencias, sin que otras personas nos maten o nos veten?, ¿Cuándo realmente vamos a poder vivir en paz?, ¿Cuándo nos vamos a respetar?
¿CUÁNDO PUTAS?
por Carlos Reyes y Felipe González.