NOTA PERSONAL: JULIO
3.
Ahora que pienso mejor las cosas,
tal vez esté cansado de muchas cosas. De la gente, de los tabúes, del comercio,
de la política, y, cómo no, de mí.
Supongo
que últimamente no tengo mucho de qué hablar, ni historias que inventar, pues
solo me dedico a mí.
He
visualizado los cambios comportamentales que se hace en la gente justo cuando
un ataque de ego se alza por la punta de sus dedos gordos hasta llegar, no, no
a su cerebro, de ser su cerebro, no tendrían estos comportamientos de
trogloditas e ineptos, sino a, supongo yo, sus corazones. No soy la excepción,
he tenido mis momentos, y he tratado de aislarlos con cosas como la escritura o
la simple convivencia rutinaria.
En
este tiempo que he pasado, supongamos en soledad (aunque no es así del todo,
sino refiriendome a la soledad de pasar lejos de éste ámbito.), me recordó
mucho un tema tocado en “El resplandor”, por Stanley Kubrick, donde se decía
que a veces la soledad puede llevarnos a un estado de locura y/o desesperación.
Supongo
que tiene razón, pero también debo decir que no siempre se trata de tal cosa.
Creo que muchas veces aprovechamos dicha soledad o ausencia de lo cotidiano en
nuestras vidas para trascender a algo mejor, una perspectiva más abierta de lo
que propiamente se vive todos los días de la existencia y veo así el provecho
que le saco a esto de caminar sin mente para estas cosas un tiempo, pues,
aunque soy pecador, me hartan los dedos señalando, y debe ser ese el principal
motivo por el cuál me he alejado de estos medios, pues posiblemente de no ser
así, llenaría de blasfemias toda la página de Resquemor, y mis más sinceras
palabras…No me interesa eso.
De
nuevo acudo a este medio para desenterrar las espinas que me causa lo que he
escrito previamente, y de nuevo hago énfasis en que éste es el verdadero
propósito de la página, y así quiero decir de la manera más sutil posible:
Váyanse al carajo, todos y cada uno de aquellas personas que en mi vida generan
repugnancia y desagrado, aquellos desleales, aquellos que atacaron sin avisar
pero sobretodo, aquellos que olvidaron sin razonar.
Ya
lo dije…Soy un pecador, y sé que muchas veces he cometido aquellos que he
mencionado, pero al menos me doy cuenta de ellos e intento trascender sobre
ellos.
Y
para finalizar una frase de una canción que ahora cae perfecto en el asunto:
“A
aquellos que entienden, les extiendo mi mano. Para los dudosos que demandan,
acéptenme como soy, no sobre sus órdenes, sé dónde estoy parado, y no cambiaré
para arreglar su plan. Acéptenme como soy”.
As I am- Dream Theater.