martes, 24 de enero de 2012

DIVAGANDO (LEJANO VIVIR).

DIVAGANDO (LEJANO VIVIR).

Hacía frío y las calles estaban desoladas, solo lo acompañaba las luces nocturnas. Sentía el ardor del Whisky mientras caminaba por las calles sin razón, sin rumbo. Esa fue su vida en los próximos meses.

Los rencores del pasado comenzaron a llegarle por escrito cuando una madrugada tocaron su puerta para avisar que era la correspondencia. Era una carta escrita por su esposa, que además de contener innumerables insultos, traía estampada una foto de ella teniendo relaciones sexuales con algún tipo.

Se sintió derrotado y vacío. De alguna manera sabía que al dejar la puerta de su hogar estaba haciendo algo que le haría feliz, destrozaría otra base de su vida, que a largo plazo lo iba a dejar a la deriva. Pero eso no lo sabía.

La sangre fue hirviendo lentamente y odio la posibilidad de que en ese mismo instante ese hombre estuviera recorriendo la piel de la que fue su mujer, comiera su comida, tocara en su piano, o pero aún, que le dijera un Te amo.

En la noche la puerta de su habitación suena, y de la puerta aparece ésta mujer de ojos y pelo castaños, boca suave, una nariz casi perfecta, alta y de caderas amplias. Sus piernas largas y sus pechos firmes. Era la que le iba a alegrar la noche por solo unas cuántas horas y unos billetes. –Vas a quedar exhausto-, dijo ella. Él sonrió, tomó su cigarro de Opio, y se dejó llevar en la niebla densa verdosa y miles de alucinaciones que vinieron a sus ojos a medida que su venganza emocional se desarrollaba con esa desconocida mujer.

Entre gemidos de placer y bocanadas de humo se perdió la imagen de su mujer, y supuso que su cometido había sido cumplido. La noche fue larga, casi eterna, pero no tardó en cerrar los ojos para despertar al día siguiente.

Una nota fue dejada la lado de su cama, decía: “Gracias por una noche inolvidable.”, con un beso en el costado de la hoja. La verdad es que no supo cómo sentirse, recordando aquellas mujeres que pasaron por el mismo lugar y que él no recordaba, pero algo era cierto, y era que esa mujer impregnó su cabeza desde el inicio hasta el fin de su cerebro.

Su mente estaba totalmente abrumada. El Opio lo había pateado en la cabeza y lo tenía aún somnoliento, desubicado. Intentó levantarse de su cama pero el mareo lo recorrió violentamente y lo hizo tambalear y caer en su cama de nuevo. Sintió la necesidad de ser abrasado de nuevo por la sensación. Entró en su baño, tomó una corta ducha, su chaqueta y salió a buscar en medio de la tarde.

Caminó unas cuántas calles y en una esquina, que aunque fuera de día se veía oscura, encontró un tipo que entregaba un pequeño paquete a un tipo demacrado, pálido, flaco y de barba larga. Fue directamente hacia él y preguntó al hombre que si por alguna casualidad tenía Opio en su inventario. El hombre asintió y le entregó un paquete a cambio de unos cuántos billetes. Le dijo que era de muy alta calidad, proveniente de los cultivos Afganos y procesada en el mismo país, encimándole por otros billetes más una pipa para fumarlo.

Se dirigió rápidamente a su casa y al entrar, apresuradamente formó su hazaña y fumó una bocanada profunda que inmediatamente lo hizo caer en la cama y a viajar por los lugares más retorcidos y desconocidos de su mente.

Tomó papel y lápiz y su mano se fue deslizando sin control y sin razón. Sabía que volvía a escribir después de tanto tiempo, desde que su mente se bloqueó en antaño, cuando vivía su rutina, y nuevamente, sus ideas volaban.

Continuará…

lunes, 23 de enero de 2012

ESCUCHA

Escucha, bonita, lo que te digo: Yo no soy lo que buscás, pero tampoco lo maligno del mundo…¿ O sí?.

Escucha, que no soy el común denominador que sale de la multiplicación de las correctas y rigidas generaciones anteriores al caos adolescente. Soy El Autor, dedicado a escribir rimas y escritos de por vida, condenado en una celda de libros y custodiado por letras abundantes de gran mensaje, si lo deseás.

Escucha, que soy la diferencia dentro de la minoría, la minoría de la razón y la posible cordura, la que desea la sencillez y la compleja belleza de tu alma, combinada con esa mirada de nitida timidez.

Escucha, por una vez, que no quiero vivir en un mundo de riquezas. Me basta que en las mañanas me des una sonrisa, de esas tuyas que me asedian el pensamiento, con las que la razón que adquiero se me pierde en un intervalo de segundos, minutos, horas y hasta días.

Ahora, escúchame, y salí de ese sueño que te amarra y mirá lo bella que es tu vida. Que posiblemente no signifique nada para el planeta, pero que para tu corazón y el de las personas sea un estocada de cariño y recuerdo de amor. Porque puede que puede que hayan días en los que desees desangrar tus ojos de lágrimas, pero que al final, Escúchame, bonita, las palabras sanan y mis caricias adormecen.

domingo, 22 de enero de 2012

LEJANO VIVIR.

Cansado de la vulgaridad cotidiana, compró casa en París, con la ambición de olvidar un pasado lleno de soledad y abstinencia, sumido en el compromiso de la rutina y de una vida que se llenó de una tranquilidad insoportable.

En sus cartas de despedida notaba la nostalgia y a la vez la alegría de por fin liberarse de el yugo matrimonial, queriendo desde pequeño llevar una vida libre y mundana.

Poco a poco, mientras escribía en su diario personal cómo su día pasaba, en las noches se convertía en una persona totalmente diferente.

A la par de una cazador o caza recompensas, salía a las 6 de la tarde en busca de un café que lo mantuviera con la energía que sus 38 años ya no le permitían tener, para que a las 8 saliera por las calles de París a buscar una mujer que tuviera una cualidad que lo aturdiera.

Casi siempre todas entraban a un bar, y a pesar de que ya era mayor, su rostro continuaba la juventud, sin arrugas más que unas comisuras en los costados de los labios.

En cuanto conseguía su atención, la invitaba a beber, mientras la seducía lentamente susurrándole al oido los deseos que lo desvelaban en las noches de calor en su casa anterior, acariciando lentamente su muñeca y subiendo por el brazo tan delicadamente que generaba un espasmo fugaz.

Finalmente bajo la posesión del alcohol en la cabeza aceptaban a pasar una noche, que posiblemente no olvidarían, a menos que el alcohol ayudara a dejar de lado lo trivial y concentrarse en un completo y sincronizado temblor corporal, dejando deslizar el sudor por las espaldas y arañando el cuerpo opuesto, las caricias y las miradas apasionadas que hacían detener el tiempo y hacer duradero el momento, seguido de leves mordidas y exclamaciones sin sentido.

Pasaron los meses, y fue feliz en su momento. Pero el tedio y las constantes llamadas a los días siguientes fueron su calvario en los días que siguieron. Mujeres lo saludaban en la calle y él no entendía por qué, mientras que quemaba su memoria tratando de recordar en los miles de kilómetros que recorrió en tan solo su cama.

Sus ojos se comenzaron a apagar, y el castigo del pasado lo comenzó a acechar día y noche, reconociendo que se sentía vacío y desolado, que su vida, la que creía que era una rutina molesta, y que su viaje de liberación sería su salvación, se convirtió en un paseo de ultratumba que no lo dejaba en paz.

Su destino se tornó borroso. Olvidó la hermosa complejidad de la mujer y se fijó solo en su centro de placer, su necesidad y no la contraria. Se convirtió en un Hedonista extremo, abusó de su placer y el egosimo lo abrasó como las llamas que queman los cimientos de una fortalez hogareña, fortaleza que perdió y ahora en su soledad se lamentaba.

Miró a través de su ventana, la luna se ponía en su punto más alto. Tomó su chaqueta, bebió un trago de whisky y se fue.

Continuará…

domingo, 15 de enero de 2012

ADVERTENCIA

Advertencia: Si estás leyendo esto, entonces ésta advertencia es para ti. Cada palabra que lees de éste inútil aviso es otro segundo perdido de tu vida. ¿No tienes algo mejor qué hacer?, ¿Es tu vida tan vacía que honestamente no puedes pensar en una mejor manera de invertir estos momentos?, o estás tan impresionado con autoridad que das respeto y credencia a todo aquel que la aclama?, ¿Lees todo lo que se supone que debas leer?, ¿Piensas todo lo que se supone que debas pensar?, ¿Compras todo lo que te dicen que debes querer?, sal de tu apartamento. Conoce a alguien del sexo opuesto. Acaba con las compras y masturbación excesivas. Renuncia a tu trabajo. Comienza una pelea. Prueba que estás vivo, porque si no clamas tu humanidad, te convertirás en un estático. Has sido advertido..."Tyler".


Mi nueva campaña personal. Buen día.

viernes, 13 de enero de 2012

No sería igual

Al túnel cada vez más le voy poniendo más luces.
Finalmente con esa presencia voy encontrando felicidad y sentido a éste extraño mundo.
Sin embargo, me sigo cuestionando que éste mundo no podría ser concebido sin tu sonrisa, simplemente las cosas no serían como las conocemos

El viento no ondularía las hojas de los árboles de la misma manera y las hojas caídas, secas por el sol no revolotearían violentamente el suelo.
El sol no calentaría igual, pues ya no importaría que nos calentara día a día. El sonido del agua al caer y verse perder entre las piedras también carecería de importancia.

Salir a ver la noche estrellada e intentar descifrar el cielo no sería un ejercicio misterioso y seguramente los grillos no cantarían con igual pasión.

Pero esto podría ser un cliché más, seguramente. Y no quiero darle una explicación razonable, ni un por qué convincente.
Simplemente es una oportunidad donde el idealismo vuelve a sentirse en su mayor esplendor y la terquedad y la desesperanza vuelve a sucumbir.

No hay miedo y terror el cual no se esté dispuesto a correr con tales razones.

Seremos nuevamente aquél joven ingenuo en busca de la belleza de la vida, disfrutando cada momento que pasa y anhelando los miles que faltan.

Ahora

En aquél tiempo
               estaba sucio y mal vestido.
En aquél tiempo
              no importaba el mundo exterior.
En aquél tiempo
              iba a bares a revolcarme con el alcohol y la ceniza.
En aquél tiempo
              te veía llorar todos los días.
En aquél tiempo
             sólo importaba el humo y el café.
En aquél tiempo
             sólo importaba dormir y no despertar.
En aquél tiempo...

Ahora es otro cuento.

En la sala de lecturas del Infierno

Poema de Roberto Bolaño de su libro Los perros románticos.


En la sala de lecturas del infierno En el club de aficionados a la ciencia-ficción

En los patios escarchados En los dormitorios de
tránsito

En los caminos de hielo Cuando ya todo parece más
claro

Y cada instante es mejor y menos importante

Con un cigarrillo en la boca y con miedo A veces los

ojos verdes Y 26 años Un servidor

miércoles, 4 de enero de 2012

Despedida

Antes de recibir tu carta de despedida, yo me leía y preguntaba, intentaba reflexionar sin mucho éxito que podría ser lo mejor para ambos, bueno, especialmente para ti.

Al recibir tu carta de despedida, fue como ver una condenada oscuridad, o tal vez una profunda luz de libertad. Solo depende de como me quiera hundir, o mejor como te quieres hundir en mis recuerdos.

Me establecía y me preparaba todos los días para idolatrarte y me devolvías un puñado de aire, de nada desintegrada. Sin embargo, todo eso era suficiente para generar una pequeña inspiración y seguir leyéndome día a día, para retribuírtelo nuevamente.

A veces dudo que seas real, que simplemente existas en mis sueños. No sé, lo único que puedo asegurar es que si en mis ideas estás, no necesitas ser real o imaginaria para existir.

Idealmente siempre estarás. 


martes, 3 de enero de 2012

El olvido que seremos

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y que no veremos.
Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y del término, la caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte y las endechas.
No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo
esta meditación es un consuelo.



J.L.B