martes, 27 de marzo de 2012

MI RETORCIDA CABEZA Y TÚ II.

Despiertas en Oklahoma, Oslo, Seul. El mundo al alcance de un segundo en un espacio desconocido. Aún así, no te tengo.

Caminé por las calles chilenas y encontré un pequeño bar. Curiosamente, el mismo donde conocí a Sarah, la mujer de los labios rojos, ojos de un color indefinido, (pues siempre fue inconforme con sus ojos negros) de piel blanca y cabello largo, lacio y ensortijado en las puntas y con la negrura de la noche por color.

Así que tiré de la perilla y entré, recordando de inmediato el momento en que con su caminar despreocupado pasaba por mis ojos, sin siquiera notar la idiota expresión que se dibujó de repente en mi cabeza, cosa que en realidad agradezco.

Me senté frente a la barra y dejé mi abrigo en la silla de al lado, pedí un Whisky y bebí sin vacilar, mirando al camarero de numerosas arrugas en el rostro. Al fondo, una ténue batería sonaba al compás del Jazz, mientras un piano cubría los arpegios en tiempos lentos.

Fue allí donde tu mirada inexpresiva me encontró. Recuerdo que ibas vestida de manera elegante, como toda una dama de los años 20. Y yo…Yo siempre amé la época y la casualidad me hizo ser tu pareja de atuendo y minutos después, de baile. Tomé tu cintura sin decir una palabra mientras el aroma a fresa se levantaba por el espacio de esa pequeña habitación, donde otras 3 parejas bailaban al son de Billie Holiday, y recuerdo haber dicho, “¿Podría saber tu nombre?.”, y solo dijiste: “Sueña. Sueña conmigo. Deja de abrir la boca, deja de desearme tanto, deja el protocolo masculino y hazme soñar, hazme mirar nuevos horizontes. Pinta mi cielo del color más extraño que inventes. Toma mi mano y caminemos por las avenidas Londinenses. Saltemos la torre Eiffel. Deja de mirarme con esa cara de idiota. Deseame de la manera más incorrecta para la sociedad, pero jamás seas correcto con el paradigma del hombre. Sarah.”

Me soltaste y desapareciste en medio de la madrugada del Sábado, y a partir de ahí, mi existencia no fue igual.

domingo, 25 de marzo de 2012

Eres

eres transparente,
eres magia,
eres naturaleza,
un poco de verdad.

eres buena,
eres mala,
eres anhelada,
un poco amada.

eres una,
eres todas,
eres tu.

eres bella,
eres alegre,
eres maravillosa.

eres querida,
eres envidiada,
eres comentada.

eres positiva,
eres diferente,
eres grande.

eres roja,
eres verde,
eres amarilla,

eres noche,
eres estrellas,
eres luna,

eres infinita,
más bien infinitamente hermosa,
eres indefinible.  

Agradecimientos

Entre mis manos se desvanece nuevamente un día que pasa rápida y calladamente. El tiempo vuelve a ser mi peor enemigo, sin embargo, quiero hacer un alto y dejar de pelear y de pensar en todas estas cosas que me atormentan y agradecer abiertamente a la vida por brindarme buenos y malos momentos, por poner en mi camino a personas especiales que han ayudado a constituirme como ser humano.
Todo esto ha sido para mi una larga carrera sin fin, sin embargo, sé que es solo el comienzo, algo que me agrada, no he tenido muchas esperanzas en dicha carrera, no obstante, en ese camino me he encontrado con excelentes cosas y grandes cosas, que se para muchos no son nada, pero para mi son logros y escalones que poco a poco voy logrando. Sobretodo, quiero resaltar este medio, a Resquemor este pequeño medio que para mi ha sido mi mayor logro, de poder compartir con un reducido de seres queridos mis pensamientos y sentimientos. Espero que todo estos que escribo no solo se quede en mi y en los que conozco si no que además, algún desconocido esto le produzca una sonrisa o para pensar.
Además quiero recalcar el papel importante de Felipe en este pequeño blog, que sin él esto no sería absolutamente nada, que si bien fue mi creación, el ha sido el máximo impulsor de este proyecto ya que cada vez que entro en el link del blog lo noto un poco más grande y estructurado, Felipe, gracias por permitir que esto sea lo que es y que pueda desahogarme cuando se me viene en gana y ser el gran amigo de toda la vida.

Confieso que he tenido en mente muchos otros proyectos, que por cobardía y negligencia he dejado a un lado, de lo cual no me enorgullezco pero también lo tengo que sacar al escarnio público tal y cual como se empezó este proyecto, con la primera entrada que habla sobre el escarnio público de mi tan odiado Resquemor, ojalá que esto me sirva para coger fuerzas y decisión para de una vez por todas dejar de pensar y empezar a realizar. Cojan sus sueños, hagan lo que quieren con ellos, pero nunca los olviden.

Quiero agradecerle a las adversidades de la vida, por hacerme lo que soy, bueno o malo soy y eso es lo que tiene sentido.

Por ultimo, quiero recordar un tango y decir:

“Me diste en oro un puñado de amigos, que son los que siempre alientan mis horas...”

Cafetín de Buenos Aires.

18

Para avisar públicamente mis felicitaciones a mi compañero de letras, Carlos José Reyes, quien hoy cumple sus 18 años, quiero darle las gracias por no solo este año de letras, sino también los 12 de habernos encontrado en este mundo.

Espero enormemente que la vida le dé mucho más para pensar y que nos siga surtiendo de pensamientos y escritos a través de éste largo/corto trayecto vital.

Mis felicitaciones, parcero!, que sea mucha alegría hoy y siempre para vos y no dejes jamás tu actitud imponente, nunca abandonés esto, nunca dejés a un lado la escritura.

miércoles, 21 de marzo de 2012

MI RETORCIDA CABEZA Y TÚ

Cierro los ojos. Abro los ojos. No sé si estoy dormido o estoy despierto. No sé si estás a mi lado, o caminando por las calles Turcas, Polacas, o quizá Austríacas. Quizá me estés mirando desde el otro lado de la cama, o quizá desde algún mirador Italiano, inglés o quizá canadiense…No lo sé, ¿Por qué?, porque estamos encerrados en el mismo lugar, caminando por distintos trayectos.

Te miro mientras caminamos, mientras desaparecemos, mientras imaginamos distintas personas en este retorcido mundo. Te miro en tus numerosos y ajenos besos, en tus andanzas. Creo espejos con tu reflejo a mi lado. Los rompo con la ira de mil espartanos antiguos por no tenerte. Esas fulminantes imágenes que me carbonizan el cerebro cuando no te tengo en mis brazos. Pero, ¿acaso tenerte en mis brazos durante un sueño es en realidad tenerte, o quizá solo alucino con tu presencia en mi deseo de posesión?

Así transcurren los días, de calle en calle, de ciudad en ciudad. Recuerdo haberte enamorado en las pirámides de Egipto, en la estatua de la Libertad, en un frío hotel durante el permanente invierno Ruso. Te acaricié en el tranvía de San Francisco, recogimos rosas en Holanda, y nos miramos los ojos en todo el mundo. Y ahora…Ahora no sé cómo encontrarte en este mar de sueños.

domingo, 18 de marzo de 2012

Canción de la vida profunda

Comparto un poema de Porfirio Barba Jacob, uno de mis favoritos.


El hombre es una cosa vana, variable y ondeante.
Montaigne

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar...
Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría...
La vida es clara, undívaga y abierta como un mar...

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña obscura de obscuro pedernal:
la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,
en rútilas monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...
-¡niñez en el crepúsculo! ¡lagunas de zafir!-
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
¡y hasta las propias penas! Nos hacen sonreír...

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer;
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llano del pinar:
el alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos puede consolar.

Más hay también ¡oh Tierra! Un día... un día...
en que levamos anclas para jamás volver:
un día en que discurren vientos ineluctuables....
¡un día en que ya nadie nos puede retener!

La habana, 1915

Hay algo extraño en esa mirada de sirena que posee. De musa misteriosa con andares instigadores. Oh, sus malas intenciones que dominan cada palmo de mis movimientos, de mis pesares y mis alegrías constantes. Cómo deseo acudir y soltar las cadenas del tacto, dirigido a su piel translúcida de marfil, su cabello irreal y maleable.

Cómo dejar de pensar más de un segundo en ti, si te pegas a cada una del millar de neuronas que poseo, bloqueando mi pensamiento, nubando cada letra que cruza, y maleficamente, con tu personalidad de serpiente, hacer movimientos rectilíneos en la hoja, rasgueándote tal como…Siempre.

Y con todo esto, a pesar de que sea un recuerdo, mis noches mágicas se vuelven, me curas las heridas con cada penetrante mirada a mi alma, pues mi cuerpo deja de existir cuando te cruzas en las calles de esta desordenada y nauseabunda ciudad.

Ese soñar perpetuo, condenado y constante. Ese lúcido momento de fantasía que provocas con el sabor de tu piel, de cada una de tus papilas gustativas, con solo tú.

No hay título para este derramamiento de lujuria y amor. Solo estás tú.

domingo, 4 de marzo de 2012

Textos incompletos I

¿Dónde están tus ideales de belleza y de perfección cuando más lo necesitaste?, ¿Dónde quedó tu fabuloso mundo desarrollado y tecnológico?, ¿Dónde quedarán tus ideales vacíos, si no sabes lo que es amar y sentir que la vida vale la pena?
Si no te detienes a escuchar el retumbar del contrabajo y las notas del piano que se pierden en el silencio. Si no sientes que la noche es toda una obra de melancolía y sueños inconclusos.
Vos sabes que muy en el fondo nos han vendido una gran mentira, que duele quererla desenmascarar, y que sin embargo es más cómodo no afrontarla, pues te podrías desilusionar y no volver a ser nunca el mismo.

Sin embargo, parece ser que el único equivocado aquí soy yo. El único que se engaña y cree que las cosas funcionaran de esa manera soy yo.

Bueno, yo solo te digo, que apuestes por mi derrota.